domingo, 13 de diciembre de 2009

la malaria


El paludismo


Cada 30 segundos muere de paludismo un niño o una niña en algún lugar del mundo. De 350 a 500 millones de personas contraen cada año esta enfermedad, que mata a un millón, la mayoría niños y niñas de África. El 90% de las muertes por paludismo ocurren en ese continente donde el paludismo es la causa de una quinta parte de la mortalidad infantil. La enfermedad también contribuye a que los niños y niñas padezcan anemia, una de las causas principales de crecimiento y desarrollo deficientes. La infección palúdica durante el embarazo está asociada con anemias severas y otras enfermedades de la madre que contribuyen a rebajar el peso del recién nacido, uno de los riesgos principales para la mortalidad del menor y para un crecimiento y desarrollo por debajo de lo aconsejable.

El paludismo afecta de manera grave a África, ralentiza el crecimiento económico y el desarrollo y perpetúa el círculo vicioso de la pobreza. El paludismo es ciertamente una enfermedad relacionada con la pobreza; sobre todo aqueja a los pobres que, en zonas rurales propensas al paludismo, viven en construcciones deficientes que ofrecen escasa, si no ninguna, protección contra los mosquitos.

El paludismo se puede evitar y se puede tratar, y ya existen los medios para prevenir y curar esta enfermedad.

La mortalidad infantil se puede reducir un 20% si se duerme bajo mosquiteros tratados con insecticidas. Es un hecho que cuando se usan mosquiteros tratados con insecticida de manera continuada y correcta se puede salvar cada año las vidas de seis niños o niñas de cada 1.000 que duerman bajo dichos mosquiteros.

El acceso rápido a un tratamiento efectivo puede reducir aún más las muertes. Un tratamiento preventivo intermitente del paludismo durante el embarazo puede reducir de manera significativa la proporción de nacimientos de bebés con poco peso y la anemia materna.

Desgraciadamente, muchos niños y niñas, especialmente en África, siguen muriendo de paludismo al no dormir protegidos por mosquiteros tratados con insecticida y no pueden acceder a un tratamiento para salvarles la vida 24 horas después de la aparición de los síntomas. La mayoría de los datos sobre el uso doméstico de los mosquiteros tratados con insecticida revelan un bajo índice de cobertura: únicamente alrededor de un 5% en toda África. Sin embargo, los esfuerzos recientes encaminados a elevar el porcentaje han contribuido a importantes avances en varios países.

El aumento de resistencia del parásito palúdico a la cloroquina y a la sulfadoxina-pirimetamina #los tratamientos antipalúdicos más usados anteriormente# ha impulsado a 68 países a cambiar sus protocolos de tratamiento nacionales e incorporar las nuevas y muy eficaces terapias combinadas con derivados de la artemisina.

Está cada vez más demostrado que de manifestarse el paludismo y el VIH juntos, ambas infecciones interactúan. El paludismo empeora el VIH al aumentar la carga viral en los adultos y en las mujeres embarazadas; posiblemente acelera la evolución del SIDA y aumenta potencialmente el riesgo de transmisión de VIH entre adultos y entre la madre y su bebé. En adultos con un bajo nivel de células CD4 y en mujeres embarazadas, la infección de VIH al parecer empeora el paludismo.

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