domingo, 13 de diciembre de 2009

El sistema sanitario estadounidense

El sistema de salud americano es muy competente y avanzado, pero también muy caro. El sistema sanitario estadounidense es enorme, pudiéndose encontrar clínicas y hospitales en todas partes, hasta en las áreas más remotas del país.

Los hospitales disponen de los equipos de alta tecnología más avanzados, y los médicos y cirujanos están muy bien formados y motivados.

Por desgracia, esta enorme calidad viene acompañada de precios astronómicos. Debes saber que los costes de la atención sanitaria (médicos, estancias hospitalarias e incluso medicamentos) son de los más caros del mundo y suponen un 15% del PIB americano. Teniendo en cuenta la cada vez más grande proporción de personas mayores y los costes de la tecnología, es probable que este porcentaje aumente aún más en el futuro.

Aunque la atención sanitaria es, probablemente, la mejor del mundo para los ricos, su alto coste y la poca intervención estatal implican que ésta es precaria e incluso inexistente para los pobres y desempleados. Un 15% de la población estadounidense carece de seguro médico, y los programas financiados con fondos públicos, Medicare y Medicaid, sólo cubren a personas mayores de 65 años, a los minusválidos y los muy pobres.

Ten en cuenta que el tratamiento “gratuito” no existe en Estados Unidos, ni siquiera en los hospitales públicos. Toda la atención sanitaria, incluidas las urgencias, tiene que pagarse, ya sea personalmente o a través del seguro. En muchos hospitales de las ciudades suelen tener una clínica de urgencias que atiende casos grave y es menos cara que un hospital normal o una clínica, pero aún así hay que pagar.

Por tanto, para venir a EEUU, es de vital importancia tener un seguro médico, o una enfermedad seria podría causarte un desastre financiero. En algunos casos puede que hasta te obliguen a demostrar que estás cubierto. Visita nuestra sección de seguros médicos para más información.

Relación en España entre la investigación sanitaria financiada por el Sistema Nacional de Salud y la carga de enfermedad en la comunidad
El Instituto de Salud Carlos III destina parte de sus presupuestos a la financiación de la investigación sanitaria en el ámbito del Sistema Nacional de Salud (SNS). El objetivo del estudio es analizar el grado de correlación de la financiación de la investigación sanitaria en el SNS con el patrón de carga de enfermedad en la población española.
Métodos: Estudio transversal. Se calculan los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), los años de vida perdidos (AVP) y la mortalidad por causa. Se realiza un análisis de correlación (Rho de Spearman) para examinar la asociación entre estas medidas y los fondos de investigación 2006/2007.
Se observa la existencia de una asociación positiva moderada-alta de las medidas de carga de enfermedad con la financiación de la investigación, si bien existen categorías de enfermedad sobre- o infrafinanciadas en relación con la carga que provocan. En planificación sanitaria, la carga de enfermedad aporta información útil a los debates sobre establecimiento de prioridades en investigación.

China ensaya su nueva vacuna contra el sida

China ha iniciado la primera fase de pruebas de su vacuna contra el sida, con la ayuda de ocho voluntarios cuidadosamente seleccionados (cuatro hombres y cuatro mujeres), según informó ayer la prensa local.
La primera fase de la investigación clínica durará 14 meses e irá seguida de otras dos etapas, antes de que la vacuna pueda considerarse segura, explicaron fuentes sanitarias. Las autoridades aprobaron las primeras pruebas clínicas de esta vacuna en humanos el 25 de noviembre, con lo que China se suma a otras 35 investigaciones experimentales actualmente en marcha en todo el mundo, la mayoría aún en su primera fase. China, que en un inicio definió el sida como «la enfermedad de los extranjeros», identificó a su primer afectado en 1985. Ahora hay 840.000 enfermos, según cifras oficiales, que sólo representan la punta del iceberg para las ONG.

la malaria


El paludismo


Cada 30 segundos muere de paludismo un niño o una niña en algún lugar del mundo. De 350 a 500 millones de personas contraen cada año esta enfermedad, que mata a un millón, la mayoría niños y niñas de África. El 90% de las muertes por paludismo ocurren en ese continente donde el paludismo es la causa de una quinta parte de la mortalidad infantil. La enfermedad también contribuye a que los niños y niñas padezcan anemia, una de las causas principales de crecimiento y desarrollo deficientes. La infección palúdica durante el embarazo está asociada con anemias severas y otras enfermedades de la madre que contribuyen a rebajar el peso del recién nacido, uno de los riesgos principales para la mortalidad del menor y para un crecimiento y desarrollo por debajo de lo aconsejable.

El paludismo afecta de manera grave a África, ralentiza el crecimiento económico y el desarrollo y perpetúa el círculo vicioso de la pobreza. El paludismo es ciertamente una enfermedad relacionada con la pobreza; sobre todo aqueja a los pobres que, en zonas rurales propensas al paludismo, viven en construcciones deficientes que ofrecen escasa, si no ninguna, protección contra los mosquitos.

El paludismo se puede evitar y se puede tratar, y ya existen los medios para prevenir y curar esta enfermedad.

La mortalidad infantil se puede reducir un 20% si se duerme bajo mosquiteros tratados con insecticidas. Es un hecho que cuando se usan mosquiteros tratados con insecticida de manera continuada y correcta se puede salvar cada año las vidas de seis niños o niñas de cada 1.000 que duerman bajo dichos mosquiteros.

El acceso rápido a un tratamiento efectivo puede reducir aún más las muertes. Un tratamiento preventivo intermitente del paludismo durante el embarazo puede reducir de manera significativa la proporción de nacimientos de bebés con poco peso y la anemia materna.

Desgraciadamente, muchos niños y niñas, especialmente en África, siguen muriendo de paludismo al no dormir protegidos por mosquiteros tratados con insecticida y no pueden acceder a un tratamiento para salvarles la vida 24 horas después de la aparición de los síntomas. La mayoría de los datos sobre el uso doméstico de los mosquiteros tratados con insecticida revelan un bajo índice de cobertura: únicamente alrededor de un 5% en toda África. Sin embargo, los esfuerzos recientes encaminados a elevar el porcentaje han contribuido a importantes avances en varios países.

El aumento de resistencia del parásito palúdico a la cloroquina y a la sulfadoxina-pirimetamina #los tratamientos antipalúdicos más usados anteriormente# ha impulsado a 68 países a cambiar sus protocolos de tratamiento nacionales e incorporar las nuevas y muy eficaces terapias combinadas con derivados de la artemisina.

Está cada vez más demostrado que de manifestarse el paludismo y el VIH juntos, ambas infecciones interactúan. El paludismo empeora el VIH al aumentar la carga viral en los adultos y en las mujeres embarazadas; posiblemente acelera la evolución del SIDA y aumenta potencialmente el riesgo de transmisión de VIH entre adultos y entre la madre y su bebé. En adultos con un bajo nivel de células CD4 y en mujeres embarazadas, la infección de VIH al parecer empeora el paludismo.