miércoles, 3 de febrero de 2010

el suicidio asistido

Gran Bretaña aclara la ley sobre el suicidio asistido


La justicia británica aclaró este miércoles la ley sobre el suicidio asistido, al anunciar que las personas que ayuden a un pariente a morir probablemente no serán procesadas si el gesto está motivado por la compasión y si no hay dudas sobre lo que desea el enfermo.

Keir Starmer, uno de los responsables de la fiscalía, divulgó las directivas que precisan cuándo puede ser procesada una persona por haber ayudado al suicidio de un pariente.

Starmer subrayó, sin embargo, que el suicidio asistido seguía siendo ilegal en Gran Bretaña y que en ningún caso existían “garantías de que no fuera perseguido”. “Mi trabajo es asegurarme de que las personas más vulnerables están protegidas”, insistió.

Los ‘Law Lords’ –la máxima instancia judicial del país– pidieron en julio aclaraciones a la fiscalía después de examinar el recurso presentado por Debbie Purdy, una británica que padece esclerosis múltiple y que estudia la posibilidad de viajar a Suiza para poner fin a sus días.

Las nuevas directivas estipulan que no es de interés público procesar a alguien en caso de que el difunto haya emitido un “deseo claro, definitivo e informado de cometer suicidio”, sufra una enfermedad incurable o en fase terminal y pidiera ayuda por su propia iniciativa.

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